Durante mi periodo de prácticas, he observado las clases de Lengua y Literatura castellana de los cursos de 2° de Bachillerato de Ciencias y Humanidades, de 3° de la ESO del Programa Plurilingüe d'Ensenyament en Valencià (PPEV) y de 3° de la ESO del Programa de Mejora de Aprendizaje y Rendimiento (PMAR), grupo que he seleccionado para realizar una narrativa en relación al desarrollo de la “competencia en comunicación lingüística”.
En la primera sesión de Lengua a la que asistí, la tarea que los alumnos tenían que llevar a cabo era hacer una cartulina con la explicación teórica del complemento directo e indirecto, y luego hacer ejercicios online de análisis sintáctico. El objetivo de la tarea era repasar el uso de estos dos complementos, haciendo un resumen de la teoría del libro de texto y consolidarla a través del análisis de frases. Utilizar el ordenador, en lugar de la libreta y del bolígrafo, para hacer el tradicional ejercicio de análisis de oraciones, no se puede considerar un uso innovador de las TIC. El método que utilizaba el profesor, para que los alumnos pudiesen aprender a analizar las frases, era la repetición sistemática de los conceptos explicados y el análisis del mayor número de oraciones en el aula y como tarea para casa. Esta tarea no despertó el interés de los alumnos y algunos de ellos comentaron que consideraban la actividad muy aburrida y otros ni participaron en la realización del trabajo.
Comprendo que no es fácil estimular y despertar la curiosidad de los alumnos, pero pienso que esta actividad se hubiera podido mejorar, haciendo una puesta en común de lo que los alumnos se acordaban del complemento directo e indirecto. Seguidamente, en lugar de hacer un esquema-resumen de los contenidos teóricos del libro de texto, recomendaría a los alumnos que realizasen un mapa conceptual de pensamiento visual como el que propongo a continuación.
En la primera sesión de Lengua a la que asistí, la tarea que los alumnos tenían que llevar a cabo era hacer una cartulina con la explicación teórica del complemento directo e indirecto, y luego hacer ejercicios online de análisis sintáctico. El objetivo de la tarea era repasar el uso de estos dos complementos, haciendo un resumen de la teoría del libro de texto y consolidarla a través del análisis de frases. Utilizar el ordenador, en lugar de la libreta y del bolígrafo, para hacer el tradicional ejercicio de análisis de oraciones, no se puede considerar un uso innovador de las TIC. El método que utilizaba el profesor, para que los alumnos pudiesen aprender a analizar las frases, era la repetición sistemática de los conceptos explicados y el análisis del mayor número de oraciones en el aula y como tarea para casa. Esta tarea no despertó el interés de los alumnos y algunos de ellos comentaron que consideraban la actividad muy aburrida y otros ni participaron en la realización del trabajo.
Comprendo que no es fácil estimular y despertar la curiosidad de los alumnos, pero pienso que esta actividad se hubiera podido mejorar, haciendo una puesta en común de lo que los alumnos se acordaban del complemento directo e indirecto. Seguidamente, en lugar de hacer un esquema-resumen de los contenidos teóricos del libro de texto, recomendaría a los alumnos que realizasen un mapa conceptual de pensamiento visual como el que propongo a continuación.
Además, sería interesante trabajar los elementos de sintaxis y morfología, analizando las producciones escritas de los alumnos con el objetivo de mejorar también la expresión escrita.
En conclusión, el problema principal que he destacado, observando dicha clase, estaba en la metodología del docente: él intentaba insertar elementos innovadores, pero no cambiaba los objetivos de sus sesiones, según las necesidades de este tipo de alumnado. Pienso que el reto de los docentes es proponer proyectos con una finalidad precisa, empírica y detallada para que los alumnos desarrollen las competencias básicas de lectura, escritura y oralidad en las que se notan la mayores dificultades.
Un Programa de Mejora del Aprendizaje, como los grupos PMAR, es muy útil si el profesorado crea una metodología de trabajo específica para los alumnos con dificultades de aprendizaje, con el fin de mejorar su rendimiento a través de proyectos y actividades dinámicas que consoliden la motivación, necesaria para progresar en las competencias básicas.
En conclusión, el problema principal que he destacado, observando dicha clase, estaba en la metodología del docente: él intentaba insertar elementos innovadores, pero no cambiaba los objetivos de sus sesiones, según las necesidades de este tipo de alumnado. Pienso que el reto de los docentes es proponer proyectos con una finalidad precisa, empírica y detallada para que los alumnos desarrollen las competencias básicas de lectura, escritura y oralidad en las que se notan la mayores dificultades.
Un Programa de Mejora del Aprendizaje, como los grupos PMAR, es muy útil si el profesorado crea una metodología de trabajo específica para los alumnos con dificultades de aprendizaje, con el fin de mejorar su rendimiento a través de proyectos y actividades dinámicas que consoliden la motivación, necesaria para progresar en las competencias básicas.
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